Proximo Evento

jueves, 27 de noviembre de 2014

Moniciones del I Domingo de Adviento

I Domingo de Adviento 
30 de noviembre de 2014

Moniciones



MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos a esta Eucaristía. Con el acto de encender esta primera vela iniciamos el Tiempo de Adviento y con ello el nuevo año Litúrgico, dentro del Ciclo B. ¡Qué la luz de Cristo nos ilumine a todos! Y en este tiempo en el que todos instalamos alarmas para defender nuestras propiedades, la Palabra de Dios nos dice: “vigilad, no os durmáis, estad en vela”. Y es que mientras custodiamos las cosas materiales, descuidamos las riquezas verdaderas de nuestra vida y en lugar de liberarnos nos sentimos esclavizados.

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura, del profeta Isaías, se anuncia una gran novedad al pueblo judío, ya cinco siglos antes del nacimiento de Cristo. La paternidad de Abrahán no es la única ni, por supuesto, la más importante: el profeta anuncia la paternidad de Dios para todos los hombres. Y es algo revolucionario porque el pueblo judío, apartado de la cercanía del Padre, veía a Dios como alguien poderoso, justiciero y por tanto lejano. Isaías les ofrece una información muy notable que sería completada con creces por Jesús de Nazaret.

S.- El salmo 79 debió de ser compuesto en los tiempos de la persecución del Rey Antíoco, en los años 168-165 antes de Cristo. Y se pide que en los tiempos difíciles el Dios generoso y amante de sus criaturas dirija su mirada hacia la viña que el mismo plantó. Desde luego, estamos viviendo tiempos difíciles en los que el pueblo de Dios es hostigado y al que se le niegan muchas de las libertades a las tiene derecho.

2.- Pablo de Tarso, en su segunda carta a los Corintios –que es nuestra lectura segunda de hoy—nos dice claramente que la esperanza no es una cuestión de nuestra exclusiva cosecha: nos ha sido mostrada por Jesús y es su Vida, Muerte y Resurrección las que nos muestran el camino. Vivimos en Él y con Él, y de ahí nace y crece nuestra esperanza.

3.- El evangelio de hoy tiene continuidad con el que leíamos el domingo pasado en la Solemnidad de Cristo Rey. Es la espera vigilante. No sabemos el momento que va a llegar el Señor, pero sabemos que va a llegar. No es una promesa sin contenido. Y esa espera es la que nos da ánimos para seguir y para ocuparnos de nuestros trabajos y obligaciones cotidianas. No viene el Señor para darnos todo hecho. Viene a pedirnos a colaborar con Él para todos nos salvemos y seamos felices.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Moniciones para la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.

Moniciones para la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo
Finaliza el Ciclo A, iniciamos el Ciclo B en la liturgia.
Entrada:


El año litúrgico se cierra hoy con los esplendores de la fiesta de Nuestro Señor Jesús, Rey del Universo. La institución de esta fiesta es relativamente moderna: la proclamó el Papa Pío XI, al finalizar el año santo de 1925, para expresar que Jesús está en el principio y en la pleni¬tud de nuestra fe. Después del Concilio Vaticano II (1965) dicha fiesta se celebra el último domingo del tiempo ordinario.

La liturgia de hoy contribuye a darnos un cuadro bastante completo del sentido de la realeza de Cristo, que no es puramente la afirmación de su soberanía y su dominio sobre los seres humanos y sobre las cosas, sino sobre todo una afirmación de su amor. Su reinado es un reinado participativo, al que invita a todos los creyentes.


Primera Lectura: Ezequiel 34, 11-12.15-17(El Señor Pastor de Israel)

Dentro de poco escucharemos la primera lectura y ella el profeta Ezequiel nos presenta a Dios como un pastor bondadoso, una imagen que Jesús recogerá para presentársenos a sí mismo como nuestro Buen Pastor.

Segunda Lectura: I Corintios 15, 20-26ª.28 (Cristo devolverá el reino de Dios Padre)

La resurrección de Jesús es el primer paso hacia el reino de Dios, hacia la plenitud que también nosotros esperamos vivir, cuando Dios lo será todo para todos, escuchemos este mensaje en palabras del apóstol San Pablo.

Evangelio: Mateo 25, 31-46 (Parábola del juicio final)

La pregunta que hoy nos planteamos es la siguiente ¿qué debemos hacer para alcanzar el reino de Dios? Jesús mismo en el texto evangélico que ahora escucharemos nos dará pistas para responder a esta pregunta. Escuchemos atentamente la Buena Noticia de hoy, pero antes aclamemos al Señor con el Aleluya.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Moniciones del 33 Domingo del Tiempo Ordinario

XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario

16 de noviembre de 2014


Moniciones

MONICIÓN DE ENTRADA
Sed todos –hermanos y hermanas—bienvenidos a la Eucaristía de este penúltimo domingo del Tiempo Ordinario. Tenemos ya muy cerca el Adviento, tiempo de espera y de esperanza. Jesús de Nazaret nos relata hoy, mediante el texto de San Mateo, la parábola de los talentos. Es un relato importante, fuerte, llamativo. El conservadurismo y la falta de acción de uno de los siervos es juzgado con severidad por Jesús. Es un mensaje que nos debe a incitar a hacer balance de los frutos que el Señor nos ha dado y de cómo los hemos administrado. Llega el Adviento pronto, como decíamos al principio y estamos en un tiempo final y finalista. Pero, después y gracias a Dios, lo nuevo, lo renovado, llegará pronto. Hagamos, pues, examen de conciencia y librémonos del lastre que nos impide dar fruto. El Señor viene ya y nos espera.
Celebramos, hoy también, el Día de la Iglesia Diocesana. Este año tiene el lema“Participar en tu parroquia es hacer una declaración de principios”. La estructura fundamental y más capilar de nuestra Iglesia es precisamente la diocesana. Hemos de tenerlo muy en cuenta.

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- El trabajo, la laboriosidad, la vida en familia siempre fueron muy apreciadas por los escritores del Antiguo Testamento. El ejemplo de mujer hacendosa que nos pone hoy el libro de los Proverbios refleja ese trabajo armónico en el hogar, que era –y es—la base de la vida familiar.

S.- Esta muy claro el significado y contenido de este salmo 127. Dios colma a sus criaturas –a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos y lugares—de bendiciones. Y las primeras de estas bendiciones son, sin duda, las familiares. La familia ha sido ese templo doméstico donde se adora a Dios. Es lo que nosotros hoy llamamos la Iglesia doméstica. Bella forma, este salmo 127—de orar a Dios desde el seno de la familia.

2.- San Pablo sigue narrando –como en domingos anteriores—los acontecimientos esperados al final de los tiempos. Y es la Carta a los Tesalonicenses un relato impresionante que gira en torno a la Segunda Venida del Señor. Son lecturas propias de este tiempo final que ya espera el Adviento.

3.- La parábola que Jesús no explica hoy –nos la narra San Mateo—es también finalista y propia de los últimos días del tiempo ordinario. El premio por los resultados de los dones que hemos recibido del señor –por los talentos—forma parte de ese resultado postrero de servicio a los hermanos. Los réditos que el Señor quiere son obras para los hermanos. Jesús como el domingo anterior nos pide que estemos atentos y que trabajemos en paz, que nunca estaremos ociosos esperando acontecimientos.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Moniciones del 32 Domingo del Tiempo Ordinario

XXXII Domingo del Tiempo Ordinario

La Dedicación de la Basílica de Letrán 

9 de noviembre de 2014

Moniciones

MONICIÓN DE ENTRADA
Sed todos bienvenidos a la Eucaristía. La Iglesia conmemora en este domingo la dedicación de la Basílica de Letrán. Esta dedicación se remonta a los tiempos del Emperador Constantino en el siglo IV. Lo que vamos a celebrar es la consagración de la primera catedral del Papa y así se constituyo la primacía del Obispo de Roma y de la Iglesia romana como madre de todas las Iglesias de la Urbe y del Orbe. Vamos a celebrar la universalidad de la Iglesia de Dios y por eso demostramos nuestra gran alegría en el comienzo de nuestra Eucaristía de hoy.

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Nuestra primera lectura de hoy procede del capítulo 47 de la profecía de Ezequiel. El agua nace en el templo y purifica un mar contaminado y muerto. Es una bellísima lectura que merece la pena escuchar con mucha atención.

S.- El Salmo 45 el salmista nos muestra como Yahvé, presente en el templo, protege a todos sus criaturas. La alegría del agua en las acequias guarda relación con la lectura del profeta Ezequiel que acabamos de escuchar. Es un salmo de confianza y de agradecimiento total a Dios.

2.- Vamos a escuchar, como segunda lectura, un fragmento de la primera carta de San Pablo a los fieles de Corinto que se adapta perfectamente a la fiesta que celebramos hoy: nos habla del Templo de Dios y que nosotros somos templos de Dios.

3.- La escena del Evangelio de San Juan sobre la expulsión de los mercaderes del templo reviste categoría de símbolo de purificación del recinto sagrado. No es lugar el templo para negocios y mercadeos. Además, Jesús hará al final referencia a su cuerpo como templo vivo, que resucitará el tercer día.