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viernes, 26 de diciembre de 2014

Monición para la fiesta de la Sagrada Familia - Ciclo A


Tiempo de Navidad – Ciclo A


Medita también las Moniciones Navidad


Sagrada Familia: La familia, institución en crisis

Monición de entrada:


!Felicidades a todos en este día de la Sagrada Familia!

Durante este tiempo precioso de Navidad, la Iglesia nos invita a fijarnos en la familia, primera escuela del amor y unidad. Las lecturas nos describen como debe ser una familia cristiana. El Evangelio nos recuerda que aún esta familia tuvo sus momentos de sufrimiento y dolor. Pero unidos pudieron soportar las pruebas. Como una familia unida entonemos el cántico de entrada.


Primera Lectura: Sir 3 3-7, 14-17 a (El que teme al Señor honra a sus padres)

Esta lectura nos presenta un comentario sobre el cuarto mandamiento de Dios. Se nos habla sobre como los hijos deben ser con sus padres. El honrar es parte del deber de hijos. Escuchemos con atención

Segunda Lectura: Col. 3 12-21 (La vida de familia vivida en el Señor)

San Pablo nos exhorta a mostrar la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión, el amor y la paz de Cristo. El nos dio ejemplo y también la gracia necesaria para poder practicar estas virtudes en nuestras familias. Presten atención a esta lectura.

Tercera Lectura  Lucas 2, 22-40 (Toma al niño y a su madre, y huye a Egipto)

Este evangelio nos narra la presentación de Jesús en el Templo, todo un Dios en manos de su Madre que se nos ofrece para vivir con El.

Oración Universal

1.Por todas las iglesias: para que ayuden a sus familiares a crecer en el amor de Dios y entre ellos mismos. Roguemos al Señor.

2.Por nuestras familias: para que asuman gozosa y testimonialmente los deberes y derechos de esa vocación y carisma dentro del “santuario doméstico de la Iglesia” que es la familia cristiana. Roguemos al Señor.

3.Por los que viven en familias separadas o enfrentan situaciones de conflicto: para que experimenten sanación y reconciliación. Roguemos al Señor.

4.Por todas y cada una de las familias de nuestra parroquia (se menciona el nombre de la parroquia): para que vivan en paz y progresen en el amor y den a los demás testimonio de caridad cristiana. Roguemos al Señor.

5.Por los jóvenes de nuestras comunidades para surjan las vocaciones que necesitan la Iglesia y el mundo de hoy. Roguemos al Señor.

6.Por los difuntos, especialmente los de nuestras familias: para que pronto gocen en la presencia del Padre. Roguemos al Señor.

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 235)

Dios Padre de todos, que te defines como Amor
Y que quisiste que tu hijo, Cristo Jesús, creciera al calor
Del amor familiar al lado de María su madre y de san José,
Bendice con tu espíritu a nuestras familias cristianas,
Que en medio de cansancios y esperanzas, dudas y alegrías,
Gozos y temores, ilusiones y desencantos, caminan hacia ti.

Haz, Señor, que crezca siempre más y más el amor mutuo
De los esposos y de los padres e hijos entre sí.
Consolida la unión de quienes llamaste al matrimonio
Y la familia, y haz que nuestros hogares reflejen fielmente
Las virtudes domésticas de la Familia de Nazaret.

Amén.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Moniciones del IV Domingo de Adviento

Domingo IV de Adviento
21 diciembre de 2014

Moniciones

Con el encendido de las velas de la "corona del Adviento" se ha querido ir haciendo una secuencia que nos acerque convenientemente al misterio de la Navidad. Cada domingo hemos prendido una vela que permanece encendida, ya permanentemente. Y así en el altar habrá cuatro velas diferentes para realizar este signo. El Primer Domingo encendimos la primera de las cuatro, quedando las otras sin prender. En el caso del Segundo Domingo de Adviento la celebración se iniciaba con esa segunda vela ya encendida, junto a los cirios normales del altar. El Tercer Domingo, en el momento de leer la monición de entrada, se prendía la tercera.
La cuarta y ultima la encendemos hoy, en el Cuarto Domingo de Adviento. La bendición de la cuarta vela, original del Padre Leoz, aparece tras las moniciones. Hay tambien otra versión en la página de reportajes, por si pudiera interesar. El ciclo termina y ya solo esperamos la Navidad; la llegada del Niño dios, dentro de siete días.

MONICIÓN DE ENTRADA
Os deseamos nuestra más cordial bienevenida a este Eucaristía del último domingo de Adviento antes de la llegada --ya muy cercana-- de la Navidad. Vamos a encender la cuarta vela. Poco a poco se ha ido iluminando nuestra esperanza. La luz ha ido aumentando semana a semana.Pronto llegará la gran luz, Cristo, que con su claridad hará palidecer todas las demás. Pero ¿hemos encendido nosotros la luz en nuestro interior?; ¿en qué ocasiones concretas hemos sido luz para los demás, durante el adviento? Acerquémonos al Señor que viene con conciencia de que él puede liberarnos de todas nuestras esclavitudes, sacarnos de la mediocridad e igualar nuestras desigualdades. En silencio y en esta Eucaristía le decimos: ¡Ven, ven Señor, no tardes!

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Las palabras de Dios a Natán –que nos narra el libro segundo de Samuel, nuestra primera lectura—son una profecía que anuncia la llegada del Mesías, de la estirpe de David. El tiempo de espera ya estaba abierto y se va a cumplir en los próximos días. Las promesas a David son promesas de Dios a la humanidad entera.

2.- San Pablo en su Carta a los Romanos, de donde está tomada la segunda lectura, hace referencia al tiempo de la promesa de la llegada del Mesías, revelación mantenida en “secreto durante siglos eternos”. Es el Evangelio de Jesús lo que esperaban esas generaciones anteriores a Cristo. Y también en estos días se nos va a manifestar.

S.- El salmo 88 es uno de los más largos del salterio. Hoy vamos a cantarunos ocho versos del principio y otros cuatro de la parte intermedia. Es, en definitiva, un himno al Dios fiel, al creador de todo y todos y un llamamiento a la fidelidad por parte de sus criaturas. Dios se acerca al género humano y los hombres y mujeres, de ahora y de todos los tiempos, se acercan a Dios para agradecerle su fidelidad. Bello himno para estos últimos días del Adviento.

3.- San Lucas narra en su Evangelio la escena de la Anunciación. Es una de las bellas de toda la Escritura. Ahí se descubre de manera total el don de Dios de la libertad otorgado al hombre. El ángel pide permiso, de parte de Dios, a María para que se inicie la Redención. María da su consentimiento y la historia de la humanidad comienza. Por eso hoy honramos de una manera muy especial a María, la gran protagonista del Adviento.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Moniciones del III Domingo de Adviento

III Domingo de Adviento 

14 de diciembre de 2014


Moniciones

LA CORONA DE ADVIENTO
Con el encendido de las velas de la "corona del Adviento" se quiere ir haciendo una secuencia que nos acerque convenientemente al misterio de la Navidad. Cada domingo se irá prendiendo una vela que permanecerá encendida, ya permanentemente, junto a las que esperan ser fuego. Y así en el altar habrá cuatro velas diferentes --el color puede diferenciarlas-- para realizar este signo. El Primer Domingo encendimos la primera de las cuatro, quedando las otras sin prender. En el caso del Segundo Domingo de Adviento la celebración se iniciaba con esa primera vela ya encendida, junto a los cirios normales del altar. Hoy en este Tercer Domingo, en el momento de leer la monición de entrada se prende la tercera. Y el sacerdote bendice la luz de acuerdo con el texto bendicional que aparece inmediatamente después
La cuarta será encendida en el próximo, en el Cuarto. También es interesante que el cántico de entrada sea más largo y más vibrante. Cada comunidad elegirá los cánticos que sean más adecuados a los lugares en si. El resto del adorno del altar y del presbiterio tenderá a la austeridad. La gran explosión de luz y color hay que reservarla para el Tiempo de Navidad. Hemos creído, asimismo, que para el tiempo de Adviento, tras la comunión y en espera de la bendición final, interesa leer un texto que ayuda a la necesaria reflexión sobre la Llegada del Señor. Hemos ido leyendo algunos himnos de la Liturgia de las Horas, que nos parecen adecuados, pero cada comunidad puede seleccionar cualquier texto que sirva para ese momento de reflexión. Por todo ello, hemos incluido una oración enviada por el Padre Leoz. Tendría que efectuar la lectura uno de los lectores más experimentados y que impusiera una lentitud expresiva a dicha lectura. Se trata de que los asistentes a la Eucaristía puedan saborear los textos.

BENDICIÓN DE LA TERCERA VELA DE ADVIENTO
(Preparada por Javier Leoz)
En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
Preparad sus caminos, porque ya se acerca.
Adornad vuestra alma
como una novia que se engalana el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes.
¡Ven, Señor, a salvarnos!,
envuélvenos con tu luz, caliéntanos en tu amor.
(Se acerca una persona y enciende el tercer cirio)
(Canto: Sois la semilla)

MONICIÓN DE ENTRADA
Encendemos la tercera vela para que siga creciendo la luz. Hoy traemos la luz de la fuerza que nace en la soledad, de la fuerza que produce el desierto con su austeridad y su sobriedad. Queremos decir de verdad que el Espíritu del Señor está sobre nosotros, porque nos ha ungido en el silencio, junto al Señor. Por eso somos portadores de evangelio, capaces de liberar a los oprimidos, consolar a los tristes y anunciar la Buena Noticia a los Pobres. Jesús nos enseña a hacerlo desde la verdad y la entrega. ¡Señor, te necesitamos! ¡Ayúdanos a hacerlo realidad!

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Hemos oído en la antífona de entrada. “Estad siempre alegres en el Señor” Y en esta primera lectura, del Profeta Isaías, se nos repite la invitación a estar alegres porque el profeta desborda de gozo y de alegría con la presencia del Señor. El Espíritu Santo ha ungido a quien nos va a curar y a alegrar, a quien nos va a sacar de la cárcel para ser felices y libres.

S.- El canto de la Virgen, el Magnificat, es nuestro salmo de hoy, el canto interleccional, que así se llama. Es una de las páginas más bellas de la Escritura y su cántico –o rezo-- como salmo da especial brillo a nuestra celebración eucarística en este tiempo de Adviento.

2.- La alegre antífona que hemos escuchado al principio es del apóstol San Pablo y de su carta primera a los Tesalonicenses, que es la segunda lectura de hoy. Pero además Pablo de Tarso nos pide nos pide firmeza en nuestras creencias. El Señor está cerca. Esta espera en la llegada de nuestro Dios hecho niño debe ser un tiempo de esperanza y de consolidación de nuestras creencias. Debemos de estar llenos de fe y de dicha para mejor recibir al Señor que ya viene.

3.- El evangelio de Juan que vamos a escuchar continuación nos narra con gran fuerza la historia de Juan, el Bautista, el precursor del Señor Jesús. Es el anuncio formal de Dios de que el Mesías está por llegar y, por tanto, hay que prepararlo todo, mejorar nuestros caminos y nuestras vidas. El gran momento está muy cerca.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Moniciones del II Domingo de Adviento

II Domingo de Adviento

7 de diciembre de 2014


Moniciones

LA CORONA DE ADVIENTO
Con el encendido de las velas de la "corona del Adviento" se quiere ir haciendo una secuencia que nos acerque convenientemente al misterio de la Navidad. Cada domingo se irá prendiendo una vela que permanecerá encendida, ya permanentemente, junto a las que esperan ser fuego. Y así en el altar habrá cuatro velas diferentes --el color puede diferenciarlas-- para realizar este signo. El Primer Domingo, el pasado, encendimos la primera de las cuatro, quedando las otras sin prender. En el caso del Segundo Domingo de Adviento --hoy-- la celebración se inicia con esa primera vela ya encendida, junto a los cirios normales del altar. En el momento de leer la monición de entrada se prende la segunda. Y a continuación el sacerdote bendecirá la segunda vela con la oración que aparece, más abajo en esta página.
La tercera y cuarta serán encendidas en los correspondientes domingos de este tiempo de Adviento. También es interesante que el cántico de entrada sea más largo y más vibrante. Cada comunidad elegirá los cánticos que sean más adecuados a los lugares en si. El resto del adorno del altar y del presbiterio tenderá a la austeridad. La gran explosión de luz y color hay que reservarla para el Tiempo de Navidad. Hemos creído, asimismo, que para el tiempo de Adviento, tras la comunión y en espera de la bendición final, interesa leer un texto que ayude a la necesaria reflexión sobre la Llegada del Señor. Vamos a incluir algunos himnos de la Liturgia de las Horas, que nos parecen adecuados, pero cada comunidad puede seleccionar cualquier texto que sirva para ese momento de reflexión. Tendría que efectuar la lectura uno de los lectores más experimentados y que impusiera una lentitud expresiva a dicha lectura. Se trata de que los asistentes a la Eucaristía puedan saborear los textos.



MONICIÓN DE ENTRADA
Encendemos, Señor, esta luz como aquel que enciende una lamparilla para salir al encuentro del amigo que llega. En esta Segunda Semana de Adviento, queremos encender el fuego de la esperanza para prepararnos a recibirte con gozo y entusiasmo. Tú sabes cuántas sombras nos envuelven, cuántas humillaciones nos oprimen. Pero nosotros queremos escuchar tu palabra que nos consuela y nos alienta. Porque Tú eres, la voz más dulce, la paz más profunda, la alegría más verdadera. Y mañana, dia 8, nos volveremos a vernos. Celebraremos todos juntos, y con gran emoción la fiesta de la Inmaculada Concepción de María.

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- “¡Consolad a mi pueblo!” Dice el Señor, en el fragmento del Capítulo 40 del Profeta Isaías que vamos a escuchar Y es que tenemos que ser personas que consuelen. Porque la consolación nos libera de nuestro aislamiento, llena nuestro vacío, calma nuestro cansancio y nos ofrece la fuerza de Dios.

S.- El salmo 84 es otro más de los que, probablemente, fueron compuestos en el tiempo de la persecución de Antioco. El salmista nos quiere decir –a los judíos de la antigüedad y a nosotros mismos, hoy—que la justicia de Dios se ejerce con bondad y ternura por sus criaturas. Y por ello hay que cantar a la maravillosa misericordia divina.

2.- Pedro, en su Segunda Carta, que es, asimismo, nuestra segunda lectura de hoy, habla de la paciencia de Dios y de que los tiempos del Señor no son los nuestros. Nos prepara para la llegada del Señor y nos pide que estemos en paz con Él. Confiamos en la promesa del Señor: ¡Él va a venir!

3.- Escucharemos a continuación el Inicio del Evangelio de San Marcos que, como dijimos el domingo pasado, nos va a acompañar durante todo este ciclo B. Marcos hace referencia a la profecía de Isaías que ya hemos escuchado en la primera lectura y que no es otra: que el anuncio precursor por parte de Juan el Bautista de la llegada del Mesías.